25.11.06

De santa Catalina a Navidad, un mes cabal (espero)

Ayer no hubo clase en la Universidad debido a la celebración anticipada de santa Catalina de Alejandría ;no de Siena, como alguna muy digna y muy insigne profesora de física me hizo creer. No obstante, el santoral lo señala para el día 25 de noviembre, es decir, hoy, pero los planes de estudios la adelantan a un día lectivo. Pues bien, Catalina, proveniente de buena familia e instalada en la magnífica ciudad de Alejandría, era una buena estudiante, versada especialmente en filosofía y en el arte noble de la retórica. Fue eso su perdición al caer presa de las acaloradas discusiones que se produjeron en aquellos tiempos (300 d.C. aproximadamente) sobre la obligación de adorar a todos los dioses del Olimpo. En fin, que una cosa llevó a la otra, utilizó bien sus armas intelectuales, pero el emperador se cansó y la mandó torturar en la rueda de pinchos. Inexplicablemente, la rueda cedió al encontrarse con Catalina, ante lo cual respondieron las hordas romanas con una nueva rueda que esta vez resistió el envite con la santa. Una vez muerta empezaron a correr toda clase de leyendas sobre su persona, incluida aquella que decía que se la comió un dragón del cual salió victoriosa con una espada en la mano. Sea como fuese, debió ser una gran mujer, ocupada no tanto del resultado material como del intelectual. Trasladado este comportamiento al día de hoy, sin duda es harto imposible lograr que, no solo un mujer sino cualquiera, haga prevalecer el poder del intelecto sobre el poder de la fuerza.

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