23.12.07

Me lo pido, me lo pido! Zas, tortazo

A veces me paro a pensar y me entran muchas ganas de llorar. Pienso en todo lo que tengo y en lo poco que doy. En si bastarán un par de buenas acciones para solventarlo. Miro alrededor y observo gestos y guiños al consumismo frenético que invade las calles estos días. Nunca he creido en el espíritu navideño más allá de lo inevitable, es decir, unos cuantos días de gasto desenfrenado rodeado de lucecitas y cancioncillas alegres. Pero es una buena excusa para dejarse llevar. Tengo tanto que a veces me desborda... es algo presuntuoso decirlo así, verdad? Al menos así suena. Como esta entrada tiene como finalidad criticar la infancia, sus deseos y anhelos, allá voy, directa y concisa. Niños, sois unos egoistas!!! Dejad de pediros todo lo que veis en las tiendas y preocupaos de otros que amanecen sin esperanza alguna de encontrar un paquete de colores. Ninguno de nosotros seremos un ejemplo de contención consumista, pero la generación que pagará nuestras pensiones da verdadero miedo. Luego vienen los políticos y lo acaban de arreglar.

4.12.07

Sal, Neville!

Así pues, otro logro lector. En tan solo tres días, a una hora al día, me he comido literalmente este libro que con tanta expectación había esperado, y de manera tan sorpresiva llegó a mis manos (gracias!) Dejando a un lado mi carácter miedoso, paranoico y cagueta, porqué no decirlo, ha sido una experiencia magnífica. Recordando el maravilloso relato de Stoker, espero la película con impaciencia, pero también con temor, porque soy una miedica. Me encantan estas historias en las que el mero hecho de imaginarte la situación te llena de congoja (precisamente), inquietud, horror y tristeza. Muy recomendable, para todos en general. Si os da miedo, leedlo durante el día, pero no dejéis de cebar la imaginación y la lógica con relatos tan espectaculares. Una historia impecable. Charlton Heston ya lo sabía... a lo funky!