28.4.09

Jarto, te quedaste sin buga

Lisi y tendréis que conformaros con ir en un simple utilitario. Por lo menos otros podemos disfrutar del verdadero espíritu de un coche mítico.

23.4.09

Cerdo y pimienta

Alicia cogió al niño con dificultad, porque tenía una forma extraña y movía los brazos y las piernas hacia todos los lados, "igual que una estrella de mar", pensó Alicia. El pobrecito resoplaba como una locomotora cuando Alicia le cogió y se retorcía y se estiraba una y otra vez, así que, durante algunos minutos, se le hizo muy difícil sostenerlo.
Tan pronto como encontró la manera correcta de mecerlo (que era hacer de él una especie de nudo sujetándole fuerte la oreja derecha y el pie izquierdo para evitar que se desatara), lo sacó fuera. "Si no me llevo a este niño conmigo", pensó Alicia, "en uno o dos días lo matan. ¿Sería un crimen dejarlo?" Alicia dijo en voz alta estas últimas palabras y la pobre criatura gruñó como respuesta (ya había dejado de estornudar)
- ¡No gruñas! -dijo Alicia- Ésa no es la manera correcta de expresarte.
El bebé gruñó otra vez y Alicia le observó con ansiedad para ver qué ocurría. No había duda de que tenía una nariz muy respingona, mucha más parecida a un hocico que a una nariz de verdad. También sus ojos eran demasiado pequeños para ser de un niño. Todo eso hacía que a Alicia no le gustase nada su aspecto. "Quizá sólo estaba lloriqueando", pensó y le miró los ojos otra vez para ver si había lágrimas en ellos.
No, no había lágrimas.
- Cariño, si te vas a convertir en un cerdo -dijo Alicia seriamente- no podré hacer nada contigo.
¡Cuidado entonces! La pobre criaturita sollozó de nuevo (o gruñó, era imposible saberlo) y durante un rato ambos siguieron en silencia.
Justo cuando Alicia empezaba a pensar "¿y qué voy a hacer con esta criatura cuando llegue a casa?", el bebé gruñó de nuevo, tan violentamente que ella, alarmada, volvió a mirarle la cara. Esta vez no podía haber ninguna duda: era, ni más ni menos, un cerdo y Alicia pensó que era absurdo llevarlo más tiempo en brazos.
Así que dejó a la criatura en el suelo y se sintió bastante aliviada al verle trotar hacia el bosque tranquilamente. "Si hubiese crecido", dijo para sí, "habría sido un niño feísimo; pero es un cerdo bastante guapo, creo yo." Y se puso a pensar en otros niños que conocía y que estarían bastante bien como cerdos "si uno supiese cómo transformarlos..."

15.4.09

Así que hago una entrada-comentario

En efecto. Los anuncios son sexistas pero ya a lo bestia. Conservo mi barbie de hace veinte años porque me gusta, porque me cae bien. Tengo en la mente borrosos recuerdos de los anuncios de muñecas que nos ponían a las niñas como mamás, enfermeras, veterinarias o pre-adolescentes ansiosas de vestirnos "chachi". Esos estereotipos siguen presentes hoy día; se les ha sumado no obstante la faceta de ejecutiva agresiva que tanto estuvo de moda durante los noventa gracias a un buen puñado de películas. Junta todo ello y añádele los anuncios de l´oreal; tendrás ahí el estereotipo de mujer buscado en la sociedad actual: sentimental, cuidadora, independiente, siempre bien arreglada y coqueta hasta más no poder.
Ayer estuve en una tienda de juguetes mirando las barbies de colección. Han sacado una por cada década que lleva en venta la muñeca en cuestión y ahí tienes un ejemplo de cómo ha evolucionado el canon de "princesita". La de los años 50 (maravillosa en mi opinión, qué clásica!) es una mujer voluptuosa con un precioso vestido para recibir visitas. La de los 60 es fanática del twist, la de los 70 una superbronceada jovencita lista para irse a cualquier playa de Malibú, la de los 80 un icono del pop al más puro estilo Cindy Lauper. La de los 90 no estaba, pero supongo que cualquiera de las de ahora pueden ser viables para ilustrar el ejemplo. Ahí las tenemos, toda la evolución de la mujer a lo largo de 50 años a través de una muñeca. Sus anuncios nos metían en la cabeza cómo debíamos ser. Una buena anfitriona, que sabe divertirse, con un buen tipo para ponerse bikini, siguiendo las modas más actuales y con suficiente autonomía para no depender de nadie. En la barbie el ejemplo es más que claro. Alguien hecha de menos a Ken?
Pero para no perder el hilo del asunto, ella es toda una mujer, orientando a miles de niñas tan fácilmente impresionables a ser mujeres como ella. Ten curvas, pero sin pasarte; vete maquillada, aunque estés en pijama; lleva tacones, aunque tus pies te queden amorfos. Aún te extrañas que salgan con tops y minifaldas? Día tras día veo pseudo-barbies de quince años que hacen que me sienta como una viejecita que ya no tiene lugar en este mundo. Cómo superar tal atrocidad? Con educación? Con moral? Habrá que dejar la decisión a cada persona, aunque sean solo inocentes criaturas. Yo lo superé poniendo a mi barbie en mi lugar, no a mí en el de ella. A fin de cuentas, solo son muñecas, sin sentimientos ni razón. Excepto las de toy story, claro.

5.4.09

Para que te relajes en la bañera

Para darte las gracias por ser tan buena anfitriona y a pesar de haber marchado antes de tiempo. La pones, cierras los ojos y a disfrutar tranquilamente.