24.1.07

Extra! Extra!

Son días extraños para el periodismo, donde una noticia como el encarcelamiento de un homicida motorizado acapara portadas y titulares. Es este un tiempo para que personajillos del tres al cuarto, vinculados casi siempre a la copla española y a su imperio inmobiliario de la costa sur, se hagan un poco más ricos a golpe de exclusiva y actuaciones derramando lagrimillas con pinta de colirio. La radio, la televisión (más tonta que nunca), los periódicos, la prensa on-line y las revistas especializadas centran su punto de mira sobre el pasado que todos querríamos olvidar; si bien a nosotros, nuestra generación, nos queda bien lejos aquello de la memoria histórica, esa memoria histórica que nos quieren cuanto menos imponer, porque sinceramente, ni me va ni me viene. Que todo esto de lo que hablan diariamente enfervorizados fans de las guerras entre hermanos está en los libros, y una ya sabe qué libros leer y qué autores escoger para no caer en predilecciones políticas; vamos, que sabemos de qué pie cojea cada escritor. Por eso, en estos tiempos tan oscuros en los que la profesionalidad periodística decae en pos del recuerdo de épocas pasadas (como si ahora no pasaran cosas!), aparece una luz en nuestro horizonte intelectual. En efecto, surge nuestra memoria histórica, aquella sobre la que podemos opinar con propiedad porque la vivimos, la sentimos, la escuchamos, la vimos y la llevamos corriendo por nuestras venas y neuronas. Todo ello, para regocijo de nuestras ansias cognoscitivas, se aúna en un fotolog que algunos alumnos de cierta facultad intentan mantener para poder, cuanto menos, aprobar una asignatura. Cuánta honradez!

No hay comentarios: