2.1.07

Aquí os va una entrada para echarse las manos a la cabeza

Siempre que empieza un nuevo año empezamos a hacer conjeturas sobre planes, propósitos y proyectos que afrontar. Siempre ilusionados y llenos de energía, lo primero que hacemos es cogernos un gran pedal y salir hasta tempranas horas de la mañana. Pues bien, haciendo caso omiso de las voces de la sociedad, me decidí a salir como cualquier otro sábado, sin excesos ni exaltaciones que destrozasen mi hígado, con lo cual gané disfrutar del primer día del año en todo su esplendor. Así pues, sin darme siquiera cuenta de que un año nuevo empezaba ya que nada ha cambiado desde antes de ayer, me pongo a leer el periódico y me doy cuenta con asombro que nada o poco de lo que se prometió en tiempos pasados se ha cumplido. Empezamos también con alguna que otra tristeza, en mitad de un clásico de fin de año. Y todo esto me hace pensar en que de poco sirve hacer propósitos para año nuevo sino arreglamos primero las cosas que dejamos mal en el año anterior. Por eso este año no pido nada, ni espero nada, ni haré nada fuera de lo normal. Seguiré haciendo las cosas como hasta antes de ayer y procurando seguir los consejos de los que tengo alrededor y de mí misma. Sin perder de vista mi cabeza ni mis pies, empiezo este nuevo año teniendo muy presente que aún hay cosas del año pasado que debo reparar (como seguir ordenando mi habitación) Feliz año Bond!!!

1 comentario:

noewar dijo...

jeje muy bien nena! tu si que sabes... arreglar cosas está bien
cuando termines con tu habitación vienes a por la mia no? jaja
Un beso Lore