Felicidades a todas!

Para todas nosotras, que al fin y al cabo somos trabajadoras. Día tras día nos enfrentamos a los obstáculos que se nos presentan a causa de nuestra condición de mujer, como si eso fuera algo malo. A pesar de todo lo que se ha conseguido en España en estos últimos veintipico años, a veces da la impresión de que todo sigue igual. Salarios más bajos, prejuicios a la hora de contratar a una mujer simplemente por el hecho de estar casada y poder tener un hijo, desconfianza a la hora de dar un puesto de responsabilidad a una mujer,... La gente y los políticos rebaten que esto no es así, que en verdad hay igualdad. No obstante, todos sabemos lo que pasa a nivel de la calle, verdad?
Pero, por qué el ocho de marzo? Pues ni más ni menos por una huelga iniciada en Estados Unidos en 1908 por parte de una serie de trabajadoras que decidieron encerrarse en la fábrica donde trabajaban (la de Sirtwood Cotton) para pedir derechos laborales, así que el dueño de la misma, ni corto ni perezoso, cerró las puertas con candados con las 129 trabajadoras dentro y prendió fuego al edificio con ellas dentro. Una barbaridad? Más barbaridad es seguir permitiendo que a las mujeres se las tenga como esclavas de un marido que las pega, las maltrata o simplemente no reconoce el trabajo que hace.
Mirad a vuestras madres, a vuestras esposas, a vuestras hermanas, primas, vecinas (pero no por la ventana y a escondidas, so guarros!), a todas las mujeres que os rodean e intentad poneros en su lugar por un momento. Y para las mujeres, miraos a vosotras mismas, sonreid y soñad con que un día haya una mujer presidente del gobierno, estad orgullosas de lo que hemos conseguido pero no os durmais luchando, porque todavía nos queda mucho camino por delante.

Artículo 14 de la Constitución Española: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Artículo 2.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU de 1948: Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religió, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Artículo 3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU de 1966: Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos enunciados en el presente Pacto.
Artículo 3 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU de 1966: Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a asegurar a los hombres y a las mujeres igual título a gozar de todos los derechos económicos, sociales y culturales enunciados en el presente Pacto.
Y lo mismo se repite en todas las normas internacionales, comunitarias y nacionales, en la jurisprudencia y en la doctrina. Si esto es así en la teoría, porqué no ponerlo en práctica.