14.1.12

Versión original sin subtítulos

Si hay una cosa importante en esta vida es ser uno mismo. El otro día me di una vuelta por el consumismo para ejercerlo personalmente y observé con asombro que la mayoría de libros que ocupaban las estanterías eran tratados sobre autoestima, superación y optimismo. Entonces recordé aquello que me dijo una buena amiga cuando ella misma necesitaba un poco de ánimo. Acudió a un especialista de las idas y venidas de la mente humana y, tras recetarla unas pastillas de la felicidad, la confirmó que volvería a ser "como era antes". Mi amiga, muy perspicaz ella, pensó "y este tipo, cómo sabe cómo era yo antes?" Ni que decir tiene que ni tomó las pastillas ni siguió sus consejos; siguió siendo ella misma, absorbiendo el cambio que produjo la situación y tiró pa´lante.

Los libros que te dicen qué hacer, cómo reaccionar y cómo sentirse en cada momento me recuerdan a ese médico. Es que acaso todos debemos sentirnos igual ante una determinada situación? Todos debemos hacer lo mismo ante ella? Dejar de quejarnos y aceptarla? Luchar desesperadamente contra todo? Mantenerse en calma constante y aprender de la situación sacando sabias lecciones? Qué se debe hacer? Bueno, yo, como soy muy escéptica en esto de decirle a la gente qué debe hacer con su vida en base a una teoría científica, creo que no hay que dejar de lado lo que uno quiere ser y sentir. Buscar el lado bueno es siempre algo que hay que hacer pero puede que haya gente que no lo vea allí donde les dicen que miren. Puede que tengan algo bueno alrededor y no se den cuenta. Ahí es donde radica lo importante. No hay que ir muy lejos para encontrar cosas que merezcan la pena.

El único consejo que necesitamos no está en un libro de 200 páginas y 25 euros. Lo único que hay que hacer es vivir un poco más en el interior, buscar dentro de nosotros qué somos y qué queremos sentir. Si queremos felicidad, estará más cerca de lo que pensamos. Siempre hay una razón por la que sonreír, todos los días! Por la mañana, piensa un minuto, concentra toda tu ira y suéltala. Así estarás libre para el resto de la jornada. Con una sonrisa se consigue más que con toda la bordería del mundo. Y al final, cuando llevas tiempo sonriendo, aún sin tener motivos, algo bueno pasa que lo compensa todo. Espero que os sirva de algo este consejo. Si no, por lo menos no os ha costado nada leerlo.

No hay comentarios: