23.4.07

Der Radiodoktor

Los rusos que viven en Berlín no se fían de los médicos alemanes. Están muy seguros de sí mismos, saben siempre la respuesta, antes incluso de que el paciente exponga sus síntomas, y para todas las enfermedades del mundo tienen enseguida la medicina adecuada, para todos los problemas del paciente, una solución. Eso no es así! Un doctor, que sea agradable con los rusos, debe preguntar al paciente sobre su situación antes de la enfermedad, cómo pasa los días y las noches, escuchar todas las historias sobre su mujer, sus hijos, amigos y padres, y estar quizás de acuerdo con el diagnóstico, que la propia enfermedad da a conocer. Muy importante es también: debe conocer bien el ruso, porque sino no podría entender la razón del dolor. Por eso, los rusos enfermos buscan doctores rusos. Se dejan encontrar muy fácilmente. (...)
El más conocido de todos es el así llamado radiodoctor. No tiene nada que ver con la radiología, trata a la gente a través de la radio, en su programa de cada lunes a las seis y media "el consejo de un doctor" en la SFB4 "radio MultiKulti" que se emite en lengua rusa.(...)
Su programa comienza siempre de la misma manera: "muchos de nuestros oyentes se quejan de intensos dolores de cabeza. Yo no se cómo puede explicarse hoy día, pero nosotros antes en Ucrania teníamos dos posibilidades: los hombres tiene dolor de cabeza por el aguardiente malo, y las mujeres tienen dolor de cabeza de la menstruación."
El radiodoctor tenía un enorme éxito entre los rusos. Nadie tenía tantas llamadas ni tantas cartas de fans como él. De estas llamadas y estas cartas buscaba el radiodoctor los temas para sus emisiones. Sobre todo sabía la solución. Aclaraba a los rusos, qué podían hacer contra los granos: "Hablan de Clearasil, pero aún puedo acordarme bien, gasolina también funciona. Mejor diesel- dos o tres veces al día lavarse la cara con diesel, y los granos desaparecen por sí solos." (...)
El otro día llamó un hombre a la redacción. No quería hablar con nadie que no fuera el radiodoctor (...) "Tengo osteoporosis, los médicos alemanes quieren cortarme una pierna. Encuentra usted eso también necesario, o hay otra alternativa?" "Siempre hay una alternativa", contestó el radiodoctor. "Coma plomo!" "Que coma qué?" "Usted debe comer plomo. Mucho plomo", repitió el doctor y colgó fatigado al oyente. Otra vida humana salvada.

Russendisko; Wladimir Kaminer

1 comentario:

Anónimo dijo...

El nombre para el personaje es el de matasanos.