12.8.11

Quién dijo que Dios no escucha!

Y no me refiero precisamente a aquel que utilizó su mano para marcar un gol. Ni al que nos dio un mundial; bueno, se lo dio a los compañeros de equipo porque yo no he visto ni un real de la prima que cobraron... sería de riesgo? Porque digo yo, en una sociedad acuciada por las deudas, por los problemas con que nos bombardean todos los días, acaso es importante que los domingos por la tarde surja la mayor de las ilusiones para todas aquellas personas cuyo nivel intelectual dista mucho de ser el adecuado para mantener una conversación normal? Es que tan importante es ver a todos esos tipos corriendo? Si se pusieran en huelga los atletas, a alguien le importaría? O los jugadores de waterpolo. Crecí en un ambiente en el que el fútbol no contaba con la mayor de las atenciones, siendo sustituido por algo más de saltos y redes. Como vi el vacío que se les hace al resto de deportes, puedo decir bastante convencida que no me gusta el fútbol. Eso sí, lo que piden estos jugadores está bastante claro. Lo mismo que piden el resto de atletas, corredores, nadadores, ciclistas y deportistas en general: ganar lo mismo que gana el chuleta pelo-pincho de turno por correr un rato y anunciar calzoncillos. Supongo que para eso hay que nacer con una modelo bajo el brazo.

No hay comentarios: