If you can´t be with the one you love

El otro día estuve viendo una película que hablaba de una ciudad que no es especialmente mi favorita, a pesar de ser una de las más visitadas del mundo. Decían una frase bastante buena: "de tanto fingir que estaba enamorado, se volvió a enamorar de nuevo". Así que pensando pensando me di cuenta de que no estaba tan mal esa idea. Últimamente he hablado mucho del hecho de no tener/ser un buen partido por eso del dinero, los pisos, la estabilidad, la independencia. Después de un día un poquito malo de tanto pensar (cosa que no me sienta bien, la verdad), me doy cuenta que lo importante no es estar arriba o abajo sino sentirse arriba o abajo. Por mi parte, me siento en otra esfera diferente. Pueden decir que estoy alejada del mundo real, de la vida cotidiana, pero oye, creo saber un poco de lo que va todo esto y la conclusión que hago por ahora es la siguiente: si ves algo divertido, disfrútalo. Que la vida no es fácil es algo que ya debimos aprender cuando en el colegio se metían con nosotros, cuando teníamos quince años y nuestro gran amor nos rechazó. Amigos perdidos, cosas que quedaron sin hacer por el camino, malas acciones,... de eso siempre va a haber, la cuestión importante es cómo te lo vas a tomar. Yo prefiero estar satisfecha con lo que tengo, sin aspirar a más porque ya es bastante. Dentro de mí tengo las cosas clasificadas y no me parece tan mal sitio para estar. De ahí que sonría tanto; y sonrisa llama a sonrisa. Así que cuando me cabreo, cuando me siento inexperta en algún sentimiento, finjo haberlo sentido antes, reacciono con naturalidad y me tomo las cosas tal y como son. Porque lo importante no es desesperarse por no alcanzar las cosas que deseas sino apreciar las que ya tienes. La felicidad no es tener un montón de cosas, es poder hacer lo que quieras cuando quieras.