15.6.07

La democracia es la forma menos mala de gobernarse los pueblos

Verdaderamente, yo no había nacido, pero de aquella época solo me vienen buenas referencias. Por lo difícil que fue sobreponerse a años de lapidación política y social y por lo fácil que fue acostumbrarse a tanta libertad. Supongo que algunos se acostumbraron demasiado bien aprovechándose incluso de esos momentos de ignorancia por parte de casi todos. Hoy día, conocemos nuestros Derechos y los reclamamos y defendemos con piedras y palos, no pasamos una. Aquello era diferente, digo yo. Me pongo en el lugar de aquellas personas silenciadas durante tanto tiempo y no se qué pensar ni qué sentir. Bueno, en cierto modo siempre te podías quedar callado, no llamar la atención y dejar que otros hicieran las cosas. Pero los había que no podían permanecer impasibles ante la represión de unos Derechos que aún no existían como tales. Es extraño ver cómo ahora lo tenemos todo, y sin embargo nadie lo valora. Lo que costó hacer frente a una lista electoral con comunistas y nacionales, aquellos bandos enfrentados en una guerra que, buf, sí que queda lejos. Ahora está de moda, todo eso de la guerra civil, que no se pierda la memoria, revolvamos las tumbas para sacar los huesos,... Pero yo no se qué fue, no se qué pasó ni cuáles fueron los motivos. Hubo guerra y punto. Siempre es mala, siempre es cruel, es objetiva porque tan solo atiende a un único objetivo: muerte. Años después llegaron ellos, con esa idea de Constitución, de democracia, de pueblo unido por un sentimiento de libertad, de cambiar las cosas, de hacer todo posible. Ver a unos y otros juntos, en paz por fin, perdonando, sin olvidar lo que pasó para que no vuelva a pasar. Enfrentarse a los cambios siempre es difícil, pero también es cuestión de constancia y de ganas. Tirar la toalla se antoja la mejor de las opciones cuando hay problemas. Salir corriendo, no? Si lo hubieran hecho, no necesitaríamos memoria histórica, porque lo estaríamos viviendo en primera persona.

Tampoco sabían muy bien dónde se metían en aquellos años de pantalones de campana, patillas y robots. La cosa era hacer algo que beneficiara a todos, que todos se viesen involucrados en su propia nación, pero conservando su identidad particular. No se, me parece que lo hicieron bastante bien. Por entonces los intereses económicos se resumían en el petróleo y la apertura internacional, poco a poco se fue logrando. Con el paso de los años le ha empezado a salir una capilla de moho y pobredumbre a este sistema, pero aún queda la esperanza de recuperar aquel espíritu. Estaría bien volver a ilusionarse con nuestros Derechos, con la libertad, con la idea de estar haciendo algo grande. Yo tengo bien clara mi imagen, de ahora y de entonces. Las relaciono y me encuentro en el medio de dos fases, en el ocaso de una y en el amanecer de otra. No había nacido entonces y puede que no vea la culminación de la siguiente, pero de todas maneras disfruto y me emociono.

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