25.3.07

Felicidades!

De eso hace cincuenta años ya, lo recuerdas? Naciste aquella mañana como consecuencia del pensamiento unánime de unos cuantos hombres buenos que perseguían un sueño, un ideal de convivencia entre las naciones que compartimos un pasado común. Nuestro equipaje histórico no nos abandona en ningún momento, y si bien las sombras en ocasiones se hacen demasiado alargadas, avanzamos con paso lento pero decidido al futuro. Nuestro futuro que es el tuyo también. Muchas cosas han pasado desde entonces; has visto desfilar ante tí a tus hermanos de Maastricht, Bruselas, Amsterdam, Niza,... y los que vendrán! Pero tú sigues ahí, manteniendo el título de fundador, de emblema para todos. Con aquellos seis estados que te dieron forma se inauguró algo muy grande, algo que nos incumbe a todos, que nos afecta. Siempre recelamos de aquello que creaste y regulas, siempre lo miramos de lado como sin querer hacerle demasiado caso. Es lo que tiene no imponerse, verdad? Eres bondadoso con los estados, con las personas y con los derechos; nos respetas pero te cuesta hacerte respetar. Hay quien dice que solo serviste para abrir una época de restricciones a la agricultura y de subvenciones masivas. Yo digo que serviste como reflejo a toda una generación que, harta de tanta diferencia nacional, optó por un modelo común, un referente explícito en sus vidas. Serviste para darnos cuenta de que no somos tan diferentes, que compartimos las mismas experiencias, que venimos del mismo sitio y que irremediablemente tenemos que acompañarnos en la vida, juntos en paz y armonía. Naciste para regular el mercado económico, y lo que parecía una estrategia comercial ha terminado siendo un gran espíritu de trabajo, sacrificio e integración en unos principios que hoy nos parecen tan lógicos y entonces no eran más que una utopía. Gracias; sigue observándonos desde tu retiro funcional, para que tu esencia perviva en nosotros y en las generaciones venideras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joer, nena, qué bien escribes. Te envidio.