29.5.06

Feed your head

No me planteé empezar con aquel libro hasta que no escuché la canción; y fue como volver a finales de los sesenta, con toda la psicodelia, pastillas, colorines brillantes y paranoias en general. Es un buen libro, de veras, divertido y sin sentido, lo ideal para época de exámenes. Claro que me lo terminé en dos días, leyéndolo en mis ratos libres, mientras en mi pantalla de ordenador saltaban conversaciones de messenger por doquier. Mereció la pena. Me había pasado lo mismo con un libro que me regalaron, del cual es poco lo que se puede decir. Ya me lo habían recomendado, aquel chico que hacía foundés en su casa con sus amigos y que se imaginaba a la gente desnuda (todo un personaje, de veras) Me tuvo enganchada algo menos de un mes, y este otro va por el mismo camino. Mis enhorabuenas a este pseudojudío caminante de la cultura no tan medieval.
Pero como no todo va a ser literatura en esta entrada, queden patentes aquí algunos descubrimientos cruciales para la ciencia. Nos tendremos que conformar en tanto se finalice cierta tesis que esperamos con impaciencia y de cuyo nombre nadie se acuerda.

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