2.7.10

It's a mixed up world

Te hice caso y cerré las persianas. Lo cierto es que dormí mejor y descansé, pero se coló en mis sueños. No fue muy agradable volverla a ver después de tanto tiempo, si bien no era su cara la que más me impactó y con la que me fui a la cama. Como ya sabes, hace tiempo que no voy con nadie a la cama y me temo que así han de acabar mis días. Recibí un correo hará un par de semanas en el que me hablaba de cosas triviales, una de esas conversaciones que tanto odiabamos cuando nos parábamos a pensar en el resto de la gente, mucho más guapos que nosotros pero menos capaces. El caso es que descubrí entre línea y línea que mi e-mail de aquel noviembre tan odioso fue verdad. Tan cierto como que aún la sigo sintiendo dentro cuando ella siempre estuvo lejos de mí. Ahora tiene un nuevo novio, uno de esos que van a trabajar en moto, que no les cuesta quitarse os guantes y el casco, que escuchan música de los setenta, los clásicos de siempre y que la tratan como a una princesa. Y aún así, cuando bebo cerveza sentado en un bar, con todas esas chicas a mi alrededor semi-desnudas, pienso en ella y se que me quiere, que algo hubo. Entonces aparece él, siempre él, me quita la alegría, me pone en ridículo y todo el amor que sentía se convierte en simple y puro enfado.

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