25.8.09

Manolos sólo los Blahnik, por favor

Ayer comentaba, más que explicaba, a mi madre el llamado síndrome Maripili. Este trastorno moderno implica una sumisión por parte de la mujer, un miedo a ser rechazada que la impide avanzar tanto en su vida privada como en su vida familiar. Mi madre, presa de un ataque de auto-defensa, se enzarzó en una especie de monólogo en el cual llegaba a la conclusión de ser victima de tal trastorno debido, sin duda, a la mala influencia de su entorno (véase, sus hijos y su marido) Haciendo caso omiso a sus quejas, única manera de sobrevivir en un entorno tan fluctuante, me puse a buscar lo que suponía realmente ese síndrome y, oh sorpresa, encontré la horma de su zapato. El síndrome del Manolo. Vi en él reflejada la figura parental, el que todo lo sabe, todo lo controla y todo lo ordena bajo la frase "porque si!". No me asusté sino que me eche a reir dándome cuenta una vez mas que los psicólogos, con todos mis respetos, deberían mirar más a su alrededor antes de hacer cualquier diagnóstico. Siempre han existido Maripilis y Manolos y siempre los habrá mientras el hombre sea hombre y la mujer mujer. Mientras haya esa separación, esa distinción tan superflua. Si somos iguales, porqué existe un día de la mujer trabajadora y no un día del hombre trabajador? Por qué aún seguimos exigiendo los mismos derechos que ellos cuando ya los tenemos? No hay que exigir, mis queridas amigas, hay que ejercer, como si fuera la cosa más normal del mundo. Mi madre entiende el feminismo como una corriente extrema y radical basada en la erradicación del hombre, en la destrucción de su estima y sus derechos. Cosas de haber vivido bajo el yugo machista tantos años; se va una de un extremo a otro. Pero nada más lejos de la realidad. Ser feminista no debe significar ser mejor que los hombres, o creerse mejor que los hombres; es entender que se es diferente a los hombres, desde el punto de vista físico y psicológico lo somos, es un hecho, pero no por ello tenemos que renunciar a derechos, a deberes y a hacer lo que nos venga en gana. El derecho da libertad y la libertad es poder elegir entre varias opciones. La opción de las Maripili puede que venga condicionada por factores externos, normalmente un Manolo por marido... Y ahora se me plantea una pregunta que dejo en el aire, qué fue primero: el huevo o la gallina?

2 comentarios:

geier_eins dijo...

Bueno, yo voy a ser el primero en "romper la lanza", me parece...
"Hablemos por partes", decía "Jack el Destripador", je, je, je. Creo que el término "machista", o "feminista" se está trivializando demasiado.Sí que es cierto que la misma Sociedad, desde que el Ser Humano pisa este mundo, o sea, nuestros "abuelos", hablando en plata, e, incluso la misma Evolución, ha establecido diferencias claras entre el género masculino y el femenino. No voy a repetir lo que ya comenté en otro de tus artículos, pero todo eso ha quedado tan arraigado en algunas culturas, entre las que incluyo, aunque cada vez menos, afortunadamente, la nuestra,que es bastante complicado romper con lo establecido,por miles de años de existencia de lo que llamamos "Civilización".Siempre se ha dicho que a los hombres nos estaban destinadas las tareas más duras en cuanto al trabajo, éramos los que combatíamos y moríamos en las incontables guerras que han asolado este planeta, y casi siempre éramos los que tomábamos las decisiones más importantes en cuanto al gobierno de una nación, un modo de vida, o del destino de otras personas...mientras que el rol femenino se limitaba a educar a los hijos y a realizar todas las tareas propias del hogar. Esto no es algo que me esté inventando yo. Somos animales al fin y al cabo, y si observáis la naturaleza, veréis que en este punto el género masculino y el femenino apenas se diferencian, aunque hay alguna excepción, como suele suceder casi siempre...
Ahora las cosas han cambiado, al menos, en occidente, yo lo veo así, (en general).Los movimientos feministas han tenido algo que ver con ello, pero creo, más bien que ha sido la conciencia humana,en especial la de los hombres, la que ha dado más impulso a ese cambio, quizá porque con el paso de los años nos hemos dado cuenta de que podéis realizar la mayor parte, si no todas, las tareas tradicionalmente masculinas tan eficientemente como nosotros, aunque aún queda mucho camino, e, incluso, si cambiamos las tornas, muchos hombres comienzan a realizar tareas antes asignadas al rol femenino, si bien esto se está dando bastante lentamente.
Lo que más me revienta de esto, es que algunas mujeres, al igual que algunos hombres hacen, se toman la vertiente feminista por el lado más radical, en plan "Amazona",y se escudan en su rol de "mujeres" para hacer y comportarse como les da la real gana, y si tratas de llamarles la atención por su actitud, encima te la lían, y lo curioso es que cada vez hay más y más.
Seamos serios, por favor. Los hombres no somos ángeles, pero tampoco algunas de vosotras lo son. Los cambios son cosa de dos, y lo que no me parece bien es que algunas se escuden en el Feminismo para alegar medidas o establecer patrones de comportamiento sin sentido. Dialogando, siempre se llega a acuerdos, y dejémonos ya de roles, por favor, que partece mentira que en el siglo XXI andemos con esos rollos, ah, y quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra...
He dicho...

geier_eins dijo...

En cuanto a tu segunda pregunta...¿puedo pedir el comodín del público?