
31.12.11
Raitán bonito

22.12.11
28.11.11
Solo puede haber uno
Puede que ahora esté sentado en una nube mirándonos con ese gesto que siempre ponía al cantar, esa sinceridad, ese rockero puro que nos tocaba la fibra sensible con su voz melódica y fuerte. Esa pequeña persona que se me apareció frente a un lago. Y yo también iba a verle para recordar lo precioso que es todo a su lado. Porque la enfermedad le apartó del resto de mundanos humanos, simplemente maravillados del regalo que era su voz. Pero mientras alguien tararee una de sus canciones, mientras alguien le imite en el vestir, en su bigote, en sus maneras, sabremos que no es él pero aún así él lo habrá inspirado. Y quien aún no sepa de quién estoy hablando, haz click, cierra los ojos y bienvenido al cielo.
30.10.11
Número uno en ventas desde 1960

Vacías mis esperanzas en ver un vídeo interesante y novedoso (que los hay), me sorprendió llegar al ecuador de la lista con un cambio radical en lo que a ritmo y vista se refiere. Pasamos del chico rubito ibicenco total y la morena del bikini dos tallas más pequeño a la chica normalita de voz de oro y a los amiguetes que se lo montan realmente bien. Total, que volvieron a mí las alegrías de ver que aún quedaba algo de cordura en el mundo, que no todo tiene porqué ser carnaza para atraer a las moscas (principalmente) sino que uno también puede disfrutar en youtube con la pantalla apagada. Porque cuando sean mayores, como nos pasará a todos, lo que ahora son sabrosas redoncedes y agradables trocitos de carne pasarán a ser pelotas de tenis en una gran bolsa de cuero y añojo demasiado maduro para hincarle el diente. Ñam!
10.10.11
28.9.11
Varios millones sonriendo
Que les den a los políticos y a sus discursos, a los economistas y sus incongruencias, a todos los que lloran por las esquinas pidiendo más y a todos los que ignoran la grandeza de esta noticia.
21.9.11
I´m #1 so why try harder
Radio: WBCN and who´s this?
Phonecall: Hey, this is Brad [hey this is Brad hey this is]
Radio: Now, [how´s] how´s your favorite artist? What do you wanna hear?
Phonecall: Well, umm, my favorite artist right now is Fatboy Slim. That guy kicks ass!
Radio: How tremendous is Fatboy Slim?
Phonecall: The band of the 90´s, if you wanna call it a band because it´s a one man named.
Radio: Wow. Fatboy. And you wanna hear that new Fatboy´s song?
Phonecall: Absolutely!
Radio: Which one?
Phonecall: The mmm is funk soul brother, check it out!
Radio: Sing it, I don´t know which one!
Phonecall: (singing) Right about now, the funk soul brother. Check it out now, the funk soul brother.
Phonecall: Hey, this is Brad [hey this is Brad hey this is]
Radio: Now, [how´s] how´s your favorite artist? What do you wanna hear?
Phonecall: Well, umm, my favorite artist right now is Fatboy Slim. That guy kicks ass!
Radio: How tremendous is Fatboy Slim?
Phonecall: The band of the 90´s, if you wanna call it a band because it´s a one man named.
Radio: Wow. Fatboy. And you wanna hear that new Fatboy´s song?
Phonecall: Absolutely!
Radio: Which one?
Phonecall: The mmm is funk soul brother, check it out!
Radio: Sing it, I don´t know which one!
Phonecall: (singing) Right about now, the funk soul brother. Check it out now, the funk soul brother.
2.9.11
And justice for all, pero en serio

Lo que de verdad me intriga es que si una persona, después de leer en ese papel que es inocente, se siente inocente también. Y sobre todo, cómo le ve la sociedad. Bien es cierto que todos deberíamos verle limpio de conciencia y de actos, caído en desgracia momentáneamente por una serie de catastróficos actos que le llevaron a sentarse frente a la justicia. Pero, es eso cierto? Yo soy una persona con una voz interior bastante pesada que me deja dormir pero no estarme quieta cuando he hecho algo que simplemente no concuerda con el bienestar social. Y ojo que soy muy objetiva cuando quiero y sobre todo cuando se refiere a los demás y al equilibrio a mantener para que la cosa vaya bien. Total, que si robase, matase o mintiese con fatales consecuencias posiblemente confesaría cargando con las culpas. Luego llegaría el juez y tendría que decir que sí, que tengo razón, que muy mal hecho, que a la cárcel. Realmente yo me dejaría de sentir culpable si él me dijese que no, que todo lo que he hecho está bien, que no me preocupe, que me vaya a casa tan contenta? Así funciona el ser humano? Hemos llegado al extremo de creernos que el juez tiene más poder sobre la conciencia de un hombre que el hombre mismo? Así desprendí de la conversación escuchada hoy por la mañana.
Lo que es peor no es el hecho de que nos quedemos tan a gusto porque un juez al que no conocemos ni que nos conoce nos diga que no tenemos culpa de nada. Lo peor es que nos creamos culpables porque él nos lo dice. Quién es la justicia para cargar a una persona no solo con el estigma social de haber sido condenado sino con la carga personal de creerse malo? En mi opinión, y aquí expongo otra de mis teorías (que si las expusiera en un libro de doscientas páginas serían tenidas en cuenta), una persona no puede ser culpable por mucho que lo diga un juez; solo será culpable si la parte a la que ha dañado, si el objeto de sus perniciosos actos, le sigue viendo como el causante de sus males. Si robas y no vas a la cárcel, por mucho que quieras siempre habrá alguien que sabrá la verdad. Tu conciencia puede estar limpia porque tú simplemente tengas en cuenta el papel y no a la persona. Pero mientras haya alguien que, aún habiendo sufrido tus actos, aún habiendo perdido algo en su vida por tus maquinaciones, siga apuntándote como responsable, seguirás siendo culpable. Y lo importante no es ser inocente para el juez, lo importante es ser inocente sin más. Porque el juez no deja de ser un hombre y, como tal, puede equivocarse, pero la persona que te acusa sin razón tarde o temprano dejará de luchar por su causa sin fundamento. Y no tener nada que ocultar es la mayor libertad que una persona puede tener hoy día.
17.8.11
In my arms

Estando en este remanso de paz y literatura, me encontré con más gente que en cualquier otra tienda de consumo masivo de ropa, zapatos o chucherías complementarias, sorprendiéndome gratamente y subiendo mi nivel de animosidad al nivel seis. Me perdí un poco entre libros, saludando a viejos amantes y posibles conquistas inmediatas, sin saber muy bien qué pensar, porque tan pronto me apetecía pasar miedo con Lovecraft como perderme entre las páginas de una mujer anónima pero alegre (eso me decía la portada) Tan ensimismada estaba haciendo una lista mental de mis elecciones que me olvidé de mirar alrededor (y vosotros sabéis lo mucho que se aprende levantando la cabeza y siendo un observador callado) A mi alrededor no había gente enfundada en traje ni con elegantes blusas planchadas a la perfección. Solo vi pantalones cortos, playeros, cámaras de fotos y planos de la ciudad. Mi estado en ese momento subió del seis al ocho rápidamente.
Así que los turistas dejan dinero en más sitios aparte de los bares, restaurantes y museos! Así que ese lugar también es reclamo! Huelga decir que la aquí firmante busca librerías allá donde va, si bien la mayoría de las veces no compro nada porque no consigo decidirme. Para mí es más fácil comprar ropa (aunque os parezca mentira) que elegir mi próximo compañero de cama. Y entonces me di cuenta de que realmente lo mejor que te puedes llevar de cualquier sitio es un libro, el que sea. Son amantes incondicionales, amigos fieles, compañeros de soledad durante unos meses y luego les relegamos a su sitio en la estantería donde permanecerán hasta que toque hacer limpieza o queramos recordar aquella frase graciosa para ponerla en nuestro trocito de web. Aún así, ni se quejan ni se sienten traicionados. A diferencia de otro tipo de objetos, los libros permanecen con nosotros hasta que decidamos hacer algo con ellos. Mientras, esperan en silencio recordando los buenos tiempos pasados y nosotros los miramos con una sonrisa, o con un gesto de desagrado. Tantos son los sentimientos que hacen aflorar que a pesar de su naturaleza nos resistimos a tirarlos, a regalarlos, a fundirlos en el olvido. Les alagamos o les aborrecemos pero nunca nos quedamos como estábamos al principio de nuestro idilio. Amigos infatigables, único vicio para mí, capaces de romper o comenzar una nueva etapa de felicidad, tristeza o esperanza. Creo que finalmente me decidiré por la novela ligera y algo de fantasía para convertirme en una especie de Quijote a lo moderno. Y eso que no tengo e-book.
12.8.11
Quién dijo que Dios no escucha!

25.7.11
Artículo 20.1. d)
Hoy por segunda vez en lo que llevamos de semana escuché en la radio que los periodistas entonaban un mea culpa ante su actitud respecto al devenir mundial. Mi posición ante los licenciados en Ciencias de la Comunicación es un tanto confusa. Merecen mi respeto por haber estudiado una carrera que les ayuda a ser neutrales, a contrastar la información y a ofrecernos bastante digerido todo lo que pasa alrededor y que nos puede afectar como ciudadanos del mundo. Pero por otro lado, cuando les escucho me preguntó qué les enseñan realmente en la facultad: a ser neutrales y sagaces, o hacen un repaso general a todos los aspectos del conocimiento humano para hablar de guerra biológica con tanta propiedad como de psicología infantil? Por eso cuando les escucho decir que igual es culpa de ellos, que los periodistas se pasan a veces dando importancia a cosas que en realidad no lo son dejando por el camino los datos en los que hay que basar las noticias importantes, atisbo una luz de esperanza abriéndose paso a través de las conveniencias políticas, sociales y, sobre todo, económicas.
Un buen periodista, para la que escribe, no es aquel que sabe de todo, que domina todos los campos y al mismo día de comenzar la crisis de los pepinos es capaz de decirte cuánto tardan en crecer y en qué condiciones. El buen periodista es aquel que a partir de hechos, de cosas que son ciertas y están demostradas, hace una buena reflexión invitando a los demás a reflexionar. Es aquel que ante una información confusa y borrosa, investiga y la contrasta con otros datos para esclarecer el punto de verdad, de afinidad con la realidad de la misma. Y si es mentira, lo dice. Un periodista no es el que habla y habla sin parar, teniendo la verdad absoluta porque está en un determinado medio con una orientación política, y como sigue la corriente todos le aplauden. El buen periodista, que merecerá admiración y respeto por parte de todos, es aquel que se basa en la realidad contrastada, en lo que hay de cierto en todas esas palabras que se dicen, leen y escriben. No se deja llevar por el fragor del momento ni se preocupa de cosas vanales, como los charlatanes de feria (perdón, los políticos) o los que venden su vida por unas monedas. El periodista es el vínculo entre nosotros, pobres ignorantes de la realidad que nos rodea, y el mundo en todo lo que nos afecta. Debe darnos los datos, verídicos, reales y de facto, enmarcándolos en el ambiente en el que aparecen, con las condiciones que les afectan así como las que les pueden afectar. Nada más. La valoración se la deben dejar a los ciudadanos y a los estrategas económicos y políticos. Ellos pueden opinar, porque también tienen Derecho a ello, pero no pueden presentar su opinión como válida. Solo la realidad, en su sencilla y tranquila existencia, lo es. Todo lo demás es especular y valorar a través de la moral (que, nos guste o no, siempre nos condiciona)
Así pues, escuchar a un periodista decir que igual se equivocaron siempre es agradable. La cuestión es si ellos, que tanto reprochan a los demás las cosas que dijeron, no se aplicarán el mismo cuento y enmarcarán la frase en un precioso tapete de punto de cruz para leerla todas las mañanas. Me ofrezco a hacerlo yo misma, aún cuando odio las labores manuales. Todo sea por el bien de la ética periodística... donde quiera que esté.
Un buen periodista, para la que escribe, no es aquel que sabe de todo, que domina todos los campos y al mismo día de comenzar la crisis de los pepinos es capaz de decirte cuánto tardan en crecer y en qué condiciones. El buen periodista es aquel que a partir de hechos, de cosas que son ciertas y están demostradas, hace una buena reflexión invitando a los demás a reflexionar. Es aquel que ante una información confusa y borrosa, investiga y la contrasta con otros datos para esclarecer el punto de verdad, de afinidad con la realidad de la misma. Y si es mentira, lo dice. Un periodista no es el que habla y habla sin parar, teniendo la verdad absoluta porque está en un determinado medio con una orientación política, y como sigue la corriente todos le aplauden. El buen periodista, que merecerá admiración y respeto por parte de todos, es aquel que se basa en la realidad contrastada, en lo que hay de cierto en todas esas palabras que se dicen, leen y escriben. No se deja llevar por el fragor del momento ni se preocupa de cosas vanales, como los charlatanes de feria (perdón, los políticos) o los que venden su vida por unas monedas. El periodista es el vínculo entre nosotros, pobres ignorantes de la realidad que nos rodea, y el mundo en todo lo que nos afecta. Debe darnos los datos, verídicos, reales y de facto, enmarcándolos en el ambiente en el que aparecen, con las condiciones que les afectan así como las que les pueden afectar. Nada más. La valoración se la deben dejar a los ciudadanos y a los estrategas económicos y políticos. Ellos pueden opinar, porque también tienen Derecho a ello, pero no pueden presentar su opinión como válida. Solo la realidad, en su sencilla y tranquila existencia, lo es. Todo lo demás es especular y valorar a través de la moral (que, nos guste o no, siempre nos condiciona)
Así pues, escuchar a un periodista decir que igual se equivocaron siempre es agradable. La cuestión es si ellos, que tanto reprochan a los demás las cosas que dijeron, no se aplicarán el mismo cuento y enmarcarán la frase en un precioso tapete de punto de cruz para leerla todas las mañanas. Me ofrezco a hacerlo yo misma, aún cuando odio las labores manuales. Todo sea por el bien de la ética periodística... donde quiera que esté.
21.7.11
La biblioteca pasará a ser un e-book con varios firewalls?
El libro cayó en mis manos siendo yo una púber, instruida en el arte noble de la lectura pero sin llegar a extremos literarios. Lo leí y lo entendí bastante bien, claro que me ayudó el hecho de visualizar al personaje principal a lo escocés. La cuestión, ahora que lo van a tunear, es si los que lo leimos a la vieja usanza somos unos superdotados o si los que lo leerán ahora están más preparados y por eso necesitan que sus cerebros sean estimulados con algo más que un poco de intriga en base a echarse unas risas... La respuesta en base a la navaja de Guillermo... de Ockham.
16.7.11
Rebel rebel, put on your dress... or trousers

Viendo casos como estos me resultan mucho más prejuiciosos ellos que aquellos que compran vestiditos y cochecitos en miniatura. Acaso por ponerse la ropa que quieran van a ser más libres, más felices, más seguros de su sexo? Cuando ese niñ@ vaya al instituto y le vean la pirulina (perdón, jajaja) y lleve falda o lo que sea que quiera, no se van a reír de él? Porque seamos sinceros, da igual que seas más o menos consciente de tu sexo, en el momento en que llevas gafas ya pasarás a ser un marginado. O ropa heredada, o pelirrojo, o lo que sea que no sea lo normal. Y que conste que a esto lo rechazo, pero se de su existencia y los traumas que puede producir. Mucho más que ponerle a una niña una coleta con gomas de Hello Kitty a los tres años.
Así pues, mi reflexión es: estos padres lo que quieren es que el día de mañana su hij@ decida libremente, sin ataduras morales, ser hetero u homosexual? Porque si todo se reduce a eso me parecen un poco precoces. Con tres años solo te interesa jugar, reírte y que te atiendan en todo momento. Ya tendrá tiempo de experimentar y de descubrir lo que le gusta. Además, si es un niño y solo le gustan las chicas playboy, habrá sido en vano todo esto? Y si es una chica y solo le gustan las chicas playboy? Entonces habrán triunfado? Qué buscan con todo esto? Si lo que quieren es evitar tener que comprarle cosas rosas o azules, que no se las compren; hay ropa bonita en otros colores. Si no quieren que jueguen con coches ni con muñecas, que hagan una escapada a Dinamarca y se líen a comprarle Legos. Y si buscan una banda sonora a la infancia de este pequeño individuo, que se dejen de canciones del Ikea y se dediquen a cantarle al gran héroe de los sábados.
23.6.11
Ahora catorce minutos de viking metal

Pero esperad, lo se, no me he olvidado. Yo también entré allí y conocí a algunos de sus moradores. La mayoría de mis amigos hablan del sitio con lágrimas en los ojos y maldiciendo los tiempos modernos en los que los sitios de metal se cuentan con los dedos de una mano y apenas llegan a tener un tercio de calidad de lo que había allí. El Mordor se erigía como bastión y emblema de las tachas y el heavy de nuestra ciudad. Henchido de orgullo y personas, el local apenas podía albergar un puñado de valientes que noche tras noche entonaba canciones y obligaba al personal a beber una de aquellas enormes jarras en las que, sin duda, algún pequeño hobbit podría nadar. Caído Mordor ante las presiones de vaya usted a saber qué, apareció el Zeppelin. Casi la misma calle y prácticamente los mismos residentes. Pero también explotó dispersando cenizas a diestro y siniestro que hicieron de La Vega su antecesor, el Barney más tarde y ahora... no sé (se admiten sugerencias)
La cuestión es que todo pasa, todos esos sitios donde le vimos por primera vez, nos abrazamos, nos besamos, bailamos, nos emborrachamos, vimos el baño más sucio de nuestra vida, entonamos aquella canción o perdimos a alguien; todos cierran y vuelven a abrir y pasan los años y cambian y nos encontramos extraños en ellos. Todo sigue su curso pero, afortunadamente, nosotros también maduramos y ante la idea de medio litro de cerveza ya no corremos cuesta abajo por la plaza del ayuntamiento. Nuestro hígado nos lo agradecerá.
21.6.11
16.6.11
Indígnaos pero mucho mucho mucho
Una vez levantado el campamento, recogida la poca cosecha de la siembra de la esperanza y convencidos de que tan solo la vistosa idea de un buen vecino sirve para liberar al sistema de aquellos que lo corroen, todos opinan y se entretienen con el movimiento ese que acaparó titulares y plazas durante unas semanas. Ingenuos! digo yo, mientras todavía se convencen de que ganarán a través de protestas pacíficas... o incluso bélicas. El político es un animal que se asemeja a la garrapata: se pega a su víctima (en este caso, el Estado) y succiona hasta que muere por la explosión de todo su cuerpo, hinchado y extasiado en la propia acción de ingerir. De ahí que el movimiento no deba venir desde fuera sino desde dentro del sistema que, por mucho que digan algunos, resquicios deja a la revolución legal. No obstante, y no queriendo dejarme llevar por la tentación de opinar, vivimos durante un tiempo (quizá unas pocas horas hasta que se arrimaron personas non gratas) una verdadera oposición ante la situación política.
Dicho esto y en el mismo sentido, ahora que están las plazas libres pero que ya sabemos cómo va el asunto (que no nos echan y que tendremos publicidad gratis) digo yo... a qué esperan todos esos licenciados en ciencias de la información, becarios en los diversos medios de comunicación y otros aludidos para salir a la calle a quejarse por esto?
Dicho esto y en el mismo sentido, ahora que están las plazas libres pero que ya sabemos cómo va el asunto (que no nos echan y que tendremos publicidad gratis) digo yo... a qué esperan todos esos licenciados en ciencias de la información, becarios en los diversos medios de comunicación y otros aludidos para salir a la calle a quejarse por esto?
5.6.11
"The more I see, the less I know", Anthony dixit

2.6.11
Lo siento, no es lo suficientemente guapo para comprarse un Mercedes
-Buenos días. Vengo por lo de las inscripciones para las plazas de los cursos de mejora de autoestima.
-Buenos días. Sí. Cuál le interesa?
-Me gustaría inscribirme en dos, uno por la mañana y otro por la tarde, es posible?
-Mmm, espere un momento que lo consulto en las bases.
-En las bases no trae nada, las que están colgadas.
-Miraré de todas formas.
-Vale, gracias.
(Un minuto más tarde)
-No pone nada, así que en principio sí que podría.
-Bien, he traído la documentación necesaria y todo eso. Los formularios cubiertos, copia del DNI y la acreditación de estar empadronado en el municipio.
-A ver... Espere un momento que se lo llevo al director.
(Dos minutos más tarde)
-Me dice el director que no vale, que no se puede presentar.
-Cómo? Pero, qué me falta?
-No le falta ningún documento, es simplemente que usted no puede optar a hacer ninguna actividad que el ayuntamiento organice.
-Oiga, qué me está contando? Por qué?
-Órdenes de arriba.
-Cómo que de arriba? Pero esto quién lo dice? Estoy dentro de los requisitos: mayor de edad, empadronado en el municipio y nacionalidad española.
-Lo siento pero no le puedo inscribir.
-Quiero hablar con su director.
-Me temo que eso es imposible.
-Lo exijo, pago mis impuestos! Yo les estoy pagando a ustedes el sueldo! Esto es una falta de respeto! Ahora mismo voy a hablar con él!
(Tres minutos y varios empujones después)
-Pero, qué ha pasado?
-Nada, el tipo ese que quería inscribirse en un curso de autoestima.
-Qué? Pero no lo habrás hecho, no?
-Ni hablar! Mírale.
-Qué vergüenza haber pretendido quitarle el puesto a otra persona.
-Estos rubios musculosos se creen que pueden entrar en cualquier sitio a avasallar a los demás. Quién se creería que alguien como él tiene la autoestima baja?
(Cuatro días después el rubio musculoso encontró un lugar donde apuntarse a actividades sociales sin ser prejuzgado por su aspecto. La asociación de ciegos de su barrio le consideró como uno de los casos más graves de depresión que habían visto. "La gente es muy cruel con la gente diferente", decían)
-Buenos días. Sí. Cuál le interesa?
-Me gustaría inscribirme en dos, uno por la mañana y otro por la tarde, es posible?
-Mmm, espere un momento que lo consulto en las bases.
-En las bases no trae nada, las que están colgadas.
-Miraré de todas formas.
-Vale, gracias.
(Un minuto más tarde)
-No pone nada, así que en principio sí que podría.
-Bien, he traído la documentación necesaria y todo eso. Los formularios cubiertos, copia del DNI y la acreditación de estar empadronado en el municipio.
-A ver... Espere un momento que se lo llevo al director.
(Dos minutos más tarde)
-Me dice el director que no vale, que no se puede presentar.
-Cómo? Pero, qué me falta?
-No le falta ningún documento, es simplemente que usted no puede optar a hacer ninguna actividad que el ayuntamiento organice.
-Oiga, qué me está contando? Por qué?
-Órdenes de arriba.
-Cómo que de arriba? Pero esto quién lo dice? Estoy dentro de los requisitos: mayor de edad, empadronado en el municipio y nacionalidad española.
-Lo siento pero no le puedo inscribir.
-Quiero hablar con su director.
-Me temo que eso es imposible.
-Lo exijo, pago mis impuestos! Yo les estoy pagando a ustedes el sueldo! Esto es una falta de respeto! Ahora mismo voy a hablar con él!
(Tres minutos y varios empujones después)
-Pero, qué ha pasado?
-Nada, el tipo ese que quería inscribirse en un curso de autoestima.
-Qué? Pero no lo habrás hecho, no?
-Ni hablar! Mírale.
-Qué vergüenza haber pretendido quitarle el puesto a otra persona.
-Estos rubios musculosos se creen que pueden entrar en cualquier sitio a avasallar a los demás. Quién se creería que alguien como él tiene la autoestima baja?
(Cuatro días después el rubio musculoso encontró un lugar donde apuntarse a actividades sociales sin ser prejuzgado por su aspecto. La asociación de ciegos de su barrio le consideró como uno de los casos más graves de depresión que habían visto. "La gente es muy cruel con la gente diferente", decían)
16.5.11
Un rayo no cae nunca en el mismo lugar

Qué es entonces lo que nos gustaría saber en el momento en que Dios abra los cielos y los infiernos y nos arroje a unos hacia a un lado y hacia otro. Sabernos felices, plenos, en paz. Hamlet no tenía miedo a la muerte, tenía miedo a lo que hay después. Yo no le tengo miedo a vivir, tengo miedo a lo que queda después de cada experiencia. El tiempo tiene que enseñarnos no solo a encajar mejor los golpes sino también a comprenderlos y apreciarlos. Vivir cada día como si fuera el último no debería implicar hacer muchas cosas sino entender porqué suceden y cómo nos afectan. Disfrutarlos como si fuera la primera vez y no la última. Todo el mundo recuerda su primer beso, pero no el último. Su primera vez, su primer día de clase, la primera vez que vio a su hijo, su primer coche. Pero nadie recuerda la última vez que fuimos a tomar una copa con aquella amiga, cuando fuimos capaces de dar la vuelta a una tortilla de patata, la última vez que nos reímos con ganas. Porque estamos tan acostumbrados a ello que no le damos importancia.
La primera vez que fui capaz de aparcar el coche a la primera en la plaza de garaje me sentí muy bien, satisfecha y orgullosa de mí misma. La cuestión es que ahora no le doy mayor importancia cuando sigue siendo el mismo coche, la misma plaza y el mismo mínimo espacio para maniobrar. Es que tiene menos mérito? Acaso no me debo sentir orgullosa aún? La experiencia nos hace confiados respecto a nuestras destrezas y sentimientos. Pero la verdad es que nunca hay dos momentos iguales. Nunca volverá a pasar esto otra vez. No es la última vez que te pasará, pero sí la primera en estas circunstancias. Cuando tenemos un dejavú, se repiten unas pocas frases pero las cositas dentro de nosotros pueden ser diferentes. Ya no sentimos amor, odio, rencor, alegría, resaca, neutralidad. Si la vida nos va cambiando cada día, eso hace que cada cosa que sentimos y que decimos esté dentro de un marco siempre cambiante. Por eso todo evoluciona y no volvemos a ser los mismos que aquella primera vez. Porque cada momento es único y supone siempre el comienzo de otra cosa. De todas maneras, por lo menos, esta vez el final cae en sábado.
6.5.11
Frases lapidarias
Si quitamos el fútbol y Telecinco de nuestra programación televisiva, podremos empezar a aspirar a ser un país europeo normal.
3.5.11
26.4.11
Una cosa lleva a la otra
15.4.11
7.4.11
Marie Curie vs Giselle Budchen
Hoy he visto por la calle a una chica muy guapa. Un bombón de esos de vestido corto con vuelo, andares que entretienen, melena perfecta y combinada en su estilismo a más no poder. Vamos, la típica a la que dan ganas de seguir las enseñanzas de Amy Farrah Fowler y morderle un ojo. Es inevitable, es competencia ante el instinto natural de "cazar" pareja. Así que cruzó un paso de cebra y el hombre que conducía (el típico señor de mediana edad) tardó un rato más de lo normal en ponerse en movimiento para seguir el ídem de las caderas de la señorita. Llegado ese momento, maldije la opción de tomar esa calle ya que podría haberme evitado un sopapo en mi autoestima, si bien luego, cambié de opinión. Si me pongo a dieta, hago ejercicio, me pongo tacones, me maquillo, me hago un corte de pelo decente, etc, etc,... en un mes también se darían la vuelta para mirar mi vaivén. Ahora bien, es eso suficiente? Es el halago fácil y superficial lo más importante? Esa chica, a sus treinta años, triunfa y deja a todos boquiabiertos. No obstante, siempre habrá alguien más guapa que ella, siempre habrá otra por la que la cambien; por ejemplo yo un mes después. Así pues, su hechizo se diluye, verdad? El envoltorio nunca es lo importante porque lo puedes copiar, pero lo de dentro es lo que de verdad importa. Recordé entonces algunos ejemplos de perfecciones de género masculino emparejados con personas bastante normales. Hugh Jackman está casado con una señora que le saca catorce años y que, además, es poco lucida en fiestas y demás. Tienen dos hijos y son muy felices juntos. Matt Damon se casó con una camarera y tienen tres hijos; ella es muy mona pero ahí la veis, sin estridencias ni enseñando chicha. Sir Sean Connery lleva muchos años casado con una señora pequeñina y galana que le acompaña allá donde va. Con pintas de que es ella la que lleva los pantalones en casa (sobre todo cuando él se pone la falda escocesa), no se puede decir que brille con luz propia en sus apariciones públicas. Dicho esto y a la luz de lo atípico de los casos, qué ven ellos en ellas? La eterna pregunta, verdad? Si a eso respondéis "una buena delantera, un buen trasero, dos ojos como dos estrellas, largas piernas,...", tenéis alguna opción. Si aún habiendo remirándolas por todos los ángulos, aún os parecen del montón, echaos a temblar. Lo más difícil de este mundo es intentar vencer algo que no se ve. Si es simpática, comprensiva, buena amante, cariñosa, buena oradora, ingeniosa,... quién lucha contra eso? Quién gana ante una batalla en la que la forma de ser pesa ante todo? Por eso yo estoy tranquila y no me preocupa mi aspecto. No quiero un hombre que me diga que le gusto recién levantada, quiero un hombre que me diga todo lo que piensa y que pida mi opinión. Por lo menos, quiero seguir conservándolo. Y para ello no tengo que ir al gimnasio ni ponerme minifalda. Solo crecer como persona.
3.4.11
Me quedo con el cumpleaños de Marlon Brando

Ahora hablemos del día a día de hoy. Hay guerra (tal cual) en Libia, Costa de Marfil, Siria, Afganistán y en otros muchos puntos del mundo hay revueltas por cuestiones políticas, religiosas, étnicas o deportivas. Hay miedo a que el IRA vuelva a hacer de las suyas en Irlanda del Norte. La radiación de la central nuclear de Fukushima provoca un debate a nivel internacional sobre si este tipo de energía es segura o no.
Ya en el plano personal, simplemente mirando alrededor. Hoy nacerán unos cuantos niños, varios millones de personas se enamorarán, otras varias morirán, algunos sonreirán y llorarán de risa con cualquier cosa. Habrá gente que encuentre a Dios y otros que sean felices olvidándolo. Gente que vaya a pasear con sus hijos y otros que no amanezcan hasta las cinco de la tarde sin recordar qué pasó ayer. Un día en la playa, en la montaña, limpiando, descansando, haciendo pan, vendiendo revistas, helados, camisetas o bebidas. Un escritor terminará su libro y otro renunciará a seguir con sus sueños de vivir de la literatura. Alguien tendrá una brillante idea para hacernos la vida mejor y un niño caminará por primera vez él solo.
Todo esto, absolutamente todo, esas pequeñas historias y esos grandes acontecimientos que todos debemos conocer me parecen muchísimo más importantes que el hecho de que un fulano no se vuelva a presentar a las elecciones y que a la oposición le parezca maravilloso. Que yo sepa, aún no han hecho nada para merecerse ni mi respeto ni mi ovación.
25.3.11
Usuario: Noewar Contraseña: *************
La vida es muy peligrosa para tener una única contraseña. Tener varias contraseñas te complica la vida. La vida es o complicada o peligrosa.
He recuperado mi contraseña. ¿He vuelto?
He recuperado mi contraseña. ¿He vuelto?
19.3.11
Hoy estuve a punto de decirme una cosa muy fea
- Bien, así que viene usted por propia iniciativa.
- Más o menos.
- Entonces no.
- En realidad sí, soy dueña de mi vida y de mis acciones, pero tanto han insistido que he venido. No me gusta que la gente se preocupe innecesariamente.
- Como aquella temporada que tuvo usted en la que no dijo nada a nadie?
- Qué iban a hacer? Alguien podía hacer algo? Dependía de mí ir hacia arriba o hundirme definitivamente; y, la verdad, ya he estado allí abajo y no me gusta lo que hay.
- Así que ya ha estado deprimida anteriormente?
- Pues claro. Usted no?
- Bueno, todos nos encontramos alguna vez tristes o nos da la sensación de que nos superan las cosas. Es un sentimiento normal.
- Así que sentirse deprimida es normal.
- Es algo que no podemos evitar, sí.
- Entonces, cuál es su trabajo si no consigue evitar que la gente se deprima?
- Les ayudo a salir de ella.
- Así que usted se dedica a recoger del fango a la gente?
- Mujer, no exactamente. A través de rutinas y procesos consigo que esa gente que tiende hacia un determinado comportamiento perjudicial para ellos y para los que les rodean supere sus miedos y sus sentimientos y salga adelante.
- Sus... sentimientos?
- La depresión, el miedo al rechazo, la inseguridad.
- Así que no sienten esas cosas?
- No es que no las sientan, es que saben cómo tratar con ellas.
- Y cómo deben tratar con ellas? Cómo se deben comportar?
- Pues como eran antes de sentirlas.
- Antes de estar deprimidos o inseguros?
- Sí.
- Así que usted quiere que yo sea como era antes de pasar todo aquello, antes de caer y antes de todo lo que me ha hecho lo que soy ahora.
- Bueno, intentaremos hacer que vuelva a ser la que era antes.
- ...
- Alguna cuestión más?
- Y si no quiero ser como era antes?
- Bueno, no tiene porqué ser como antes, pero sí sentirse como antes.
- Ay, no, de ninguna manera. Mire, si algo me ha enseñado todo aquello es a valorarme a mí misma. Se dedica usted a recoger restos y despojos de la gente y juntarlos de nuevo para rehacer a las personas. A mí eso no me lo va a hacer. Lo que sentí, lo que viví, todo eso lo llevo dentro. Y ya me puede decir o dar lo que quiera, que aquí sigo, por mi propio pie. Cuando iba cuesta abajo no se dio cuenta nadie y ni usted ni ninguno de sus colegas podría haberlo visto. Es muy fácil decir "va a ser usted la que era antes", hacer juicios de valor y decirme cómo debo comportarme y qué es lo que debo sentir. La única persona que puede manejar y organizar mi vida soy yo, y a mis cuarenta y dos años creo ser lo suficientemente mayor para saber cómo hacerlo. Ahora me siento muy bien conmigo misma, segura, feliz, con ganas de hacer muchas cosas. Que lloro? Pues como todos. Incluso usted se debe deprimir. La cuestión es que usted lo ignora, como otras tantas personas, y al final vive con ese sentimiento ahí dentro, lidiando con él para evitarlo. Yo lo elimino con autoestima, con actividades que me hacen sentir bien. Quédese sus pastillas y sus terapias. Lo que ahora de veras me apetece es tomarme un buen café con un trozo de tarta de queso. Esa es mi terapia después de escuchar cosas como estas.
- Le voy a ser sincero.
- Usted dirá.
- Si hubiera más gente como usted por el mundo, la gente sería mucho más feliz consigo misma y con los demás. Si la gente se quisiera más y se dijera todos los días lo especial que es y lo mucho que se gusta, las depresiones quedarían como una anécdota dentro de la medicina.
- Por lo menos lo reconoce.
- Sí, pero no se lo diga a nadie o me quedaré sin trabajo.
- Más o menos.
- Entonces no.
- En realidad sí, soy dueña de mi vida y de mis acciones, pero tanto han insistido que he venido. No me gusta que la gente se preocupe innecesariamente.
- Como aquella temporada que tuvo usted en la que no dijo nada a nadie?
- Qué iban a hacer? Alguien podía hacer algo? Dependía de mí ir hacia arriba o hundirme definitivamente; y, la verdad, ya he estado allí abajo y no me gusta lo que hay.
- Así que ya ha estado deprimida anteriormente?
- Pues claro. Usted no?
- Bueno, todos nos encontramos alguna vez tristes o nos da la sensación de que nos superan las cosas. Es un sentimiento normal.
- Así que sentirse deprimida es normal.
- Es algo que no podemos evitar, sí.
- Entonces, cuál es su trabajo si no consigue evitar que la gente se deprima?
- Les ayudo a salir de ella.
- Así que usted se dedica a recoger del fango a la gente?
- Mujer, no exactamente. A través de rutinas y procesos consigo que esa gente que tiende hacia un determinado comportamiento perjudicial para ellos y para los que les rodean supere sus miedos y sus sentimientos y salga adelante.
- Sus... sentimientos?
- La depresión, el miedo al rechazo, la inseguridad.
- Así que no sienten esas cosas?
- No es que no las sientan, es que saben cómo tratar con ellas.
- Y cómo deben tratar con ellas? Cómo se deben comportar?
- Pues como eran antes de sentirlas.
- Antes de estar deprimidos o inseguros?
- Sí.
- Así que usted quiere que yo sea como era antes de pasar todo aquello, antes de caer y antes de todo lo que me ha hecho lo que soy ahora.
- Bueno, intentaremos hacer que vuelva a ser la que era antes.
- ...
- Alguna cuestión más?
- Y si no quiero ser como era antes?
- Bueno, no tiene porqué ser como antes, pero sí sentirse como antes.
- Ay, no, de ninguna manera. Mire, si algo me ha enseñado todo aquello es a valorarme a mí misma. Se dedica usted a recoger restos y despojos de la gente y juntarlos de nuevo para rehacer a las personas. A mí eso no me lo va a hacer. Lo que sentí, lo que viví, todo eso lo llevo dentro. Y ya me puede decir o dar lo que quiera, que aquí sigo, por mi propio pie. Cuando iba cuesta abajo no se dio cuenta nadie y ni usted ni ninguno de sus colegas podría haberlo visto. Es muy fácil decir "va a ser usted la que era antes", hacer juicios de valor y decirme cómo debo comportarme y qué es lo que debo sentir. La única persona que puede manejar y organizar mi vida soy yo, y a mis cuarenta y dos años creo ser lo suficientemente mayor para saber cómo hacerlo. Ahora me siento muy bien conmigo misma, segura, feliz, con ganas de hacer muchas cosas. Que lloro? Pues como todos. Incluso usted se debe deprimir. La cuestión es que usted lo ignora, como otras tantas personas, y al final vive con ese sentimiento ahí dentro, lidiando con él para evitarlo. Yo lo elimino con autoestima, con actividades que me hacen sentir bien. Quédese sus pastillas y sus terapias. Lo que ahora de veras me apetece es tomarme un buen café con un trozo de tarta de queso. Esa es mi terapia después de escuchar cosas como estas.
- Le voy a ser sincero.
- Usted dirá.
- Si hubiera más gente como usted por el mundo, la gente sería mucho más feliz consigo misma y con los demás. Si la gente se quisiera más y se dijera todos los días lo especial que es y lo mucho que se gusta, las depresiones quedarían como una anécdota dentro de la medicina.
- Por lo menos lo reconoce.
- Sí, pero no se lo diga a nadie o me quedaré sin trabajo.
18.3.11
Preguntas sin respuesta (V)
Por qué se llama tapacubos cuando lo que tapa es la llanta? No podría llamarse tapallanta o algo así? De dónde viene eso de cubo si lo que cubre tiene forma redonda?
17.3.11
8.3.11
La herencia de las cavernas
Otro día más en el que reina la igualdad. La igualdad respecto al año pasado. Las mismas condiciones de precariedad, la misma mirada por encima del hombro, los mismos prejuicios y perjuicios. Lo mismo de siempre, pero este año disfrazado de carnaval. Si sois mujeres y trabajais, con los tiempos que corren, ya tenéis doble mérito.
3.3.11
If you can´t be with the one you love

16.2.11
En medio del desierto siempre encuentras un oasis... o dos!
- El otro día vi a Luis!
- Hombre, y qué tal le va?
- Pues bastante bien. Está en una multinacional de esas.
- Siempre tuvo muy buena suerte.
- Qué quieres decir?
- Bueno, los tres fuimos juntos a clase, estudiamos lo mismo y sin embargo él enseguida ha encontrado trabajo y mira, nosotros trabajando de algo que no es lo nuestro. Cuántas veces nos rechazaron en entrevistas!
- Es que él sacaba mejores notas que nosotros, eso también hay que decirlo.
- Sí, no digo yo que no pero bah...
- Mmm, ahora que lo dices, recuerdo que el año que terminó se fue a Londres a vivir.
- Sí? No sabía nada.
- Pues él se marchó allí, estuvo un año, para aprender inglés bien bien.
- Con una beca?
- No, allí y ya está.
- Pero quién le pagaba la estancia?
- Pues su padre.
- Amigo! Acabáramos! Así que papá le pagaba todas las cosas!
- Ya, eh! La verdad es que con unos padres así también me tiraba yo a la bartola! Que luego volvió, hizo un máster y todo eso!
- Pero vaya tipo! Se lo tiene bien montado! Recuerdas que era el que más ligaba y todo? Con las pintas que llevaba!
- Es lo que hay.
- Bueno, habrá que ponerse a trabajar no?
- Digo yo que sí que no nos va a hacer nadie el trabajo.
- Cuánta gente hay hoy?
- El estadio está lleno.
- Jo, tío, lo pienso y no me lo creo.
- El qué? Haber vendido todo?
- Lo de Luis! Que así también llego yo a la cima!
- Ya. Pero supongo que llegar arriba por uno mismo da más satisfacción. Venga, vamos, nuestros clientes nos reclaman.
- Dirás nuestros fans.
- Bueno, son quienes nos pagan, no?
- Hombre, y qué tal le va?
- Pues bastante bien. Está en una multinacional de esas.
- Siempre tuvo muy buena suerte.
- Qué quieres decir?
- Bueno, los tres fuimos juntos a clase, estudiamos lo mismo y sin embargo él enseguida ha encontrado trabajo y mira, nosotros trabajando de algo que no es lo nuestro. Cuántas veces nos rechazaron en entrevistas!
- Es que él sacaba mejores notas que nosotros, eso también hay que decirlo.
- Sí, no digo yo que no pero bah...
- Mmm, ahora que lo dices, recuerdo que el año que terminó se fue a Londres a vivir.
- Sí? No sabía nada.
- Pues él se marchó allí, estuvo un año, para aprender inglés bien bien.
- Con una beca?
- No, allí y ya está.
- Pero quién le pagaba la estancia?
- Pues su padre.
- Amigo! Acabáramos! Así que papá le pagaba todas las cosas!
- Ya, eh! La verdad es que con unos padres así también me tiraba yo a la bartola! Que luego volvió, hizo un máster y todo eso!
- Pero vaya tipo! Se lo tiene bien montado! Recuerdas que era el que más ligaba y todo? Con las pintas que llevaba!
- Es lo que hay.
- Bueno, habrá que ponerse a trabajar no?
- Digo yo que sí que no nos va a hacer nadie el trabajo.
- Cuánta gente hay hoy?
- El estadio está lleno.
- Jo, tío, lo pienso y no me lo creo.
- El qué? Haber vendido todo?
- Lo de Luis! Que así también llego yo a la cima!
- Ya. Pero supongo que llegar arriba por uno mismo da más satisfacción. Venga, vamos, nuestros clientes nos reclaman.
- Dirás nuestros fans.
- Bueno, son quienes nos pagan, no?
5.2.11
2.2.11
I´ve got you babe!

Sirva esta entrada para felicitar y para agradecer
a dos señoritas, que ellas saben quiénes son.
29.1.11
Un tipo entra en una oficina de patentes...

19.1.11
David Guetta feat. Kelly Rowland

Así pues, todos queremos a alguien o algo, pero quererlo no para tenerlo sino que, ya teniéndolo, lo adoramos y lo esperamos como agua de mayo. Lo idolatramos aspirando a conservarlo para siempre, inmutable y perpetuo en los sentimientos que nos inspira. Claro que depende de nosotros en todo momento. El amor de una madre a su hijo, el amor hacia un amigo, el estar locamente enamorado del dorado sol al amanecer o de la niebla corriendo por las montañas. Todas esas cosas que retenemos tan hondamente, que nos estremecen, es amor? Eso cada cual que analice su temblor al pensarlos, verlos y sentirlos.
Proseguí mi camino sumida en tales pensamientos y salieron las frases hechas, entre las cuales me quedé con "del amor al odio hay un paso". Realmente es tan fácil pasar de uno a otro? Bueno, igual soy yo, pero no he sentido amor por nada y luego, así de repente (y no tan de repente) odiarlo. Maticé pues el refrán aplicado a una realidad más cercana y dije "del amor a la indiferencia hay un paso". Eso ya me suena mejor. Una se pasa la vida queriendo a amigos, conocidos, familiares, que no hacen más que autocompadecerse y apoyarse en los demás para seguir adelante sin hacer esfuerzo alguno para continuar solos. Gente que se regodea en su sufrimiento y también en su felicidad y que aprovecha cualquier pequeño hueco para meterse hasta los huesos y destrozarle a uno las ganas. Todos hemos tenido algún percance similar y no creo que todos andemos por ahí odiando sino más bien mostrándonos indiferentes ante el devenir de esos personajes. Porque odiar es algo muy serio, una palabra que conlleva muchas cosas. Si es lo contrario que el amor y estamos convencidos de que el amor es muy grande, acaso su antagonista no debería ser igual de grande? De todas estas elucubraciones llego a una conclusión satisfactoria: millones de camisetas, canciones, libros y películas no pueden estar equivocados. Tanto a favor de las mariposas en el estómago.
17.1.11
I love to laugh, but they keep on smiling seriously

Suscribirse a:
Entradas (Atom)