Heme aquí en estas soledades

Cuando el mundo parece un sitio desolador en el que nada tiene sentido o ganas, aparece un pequeño ratónido corriendo, royendo todo lo que encuentra en su camino. Hay maneras muy agradables de romper la rutina, de saber apreciar las pequeñas cosas, de crecer y de menguar, de ir a una tienda y arrasar con todo. Llegar a casa feliz y repleta de ideas. Pero en cuanto dan las cinco, el día se hace largo y no quieren salir. Haré sitio a Frederick antes de que acabe el año? Hasta entonces, recomendaciones a tuti plen!