
Bueno, y porqué no. Es decir, aquí estoy una semana después de mi vuelta del infierno, escuchando esta preciosa canción que me pone algo triste y también alegre. Recuerdo ahora todos esos chicos que me han quitado la respiración alguna vez. Algunos de los que leeis este blog sabeis quiénes son, verdad? Y me gustaría darles las gracias desde aquí. A pesar de todo, gracias. Porque fueron momentos bonitos mientras duraron; la ilusión de aquella mirada, de aquella sonrisa furtiva que se escapaba de mis labios de niña. Lo emocionante que era verle por la mañana y hablar del tiempo mirando al suelo para no ver lo rojos que nos poníamos. Aquella primera amistad que se transformó en un amor tan de verdad que a día de hoy le recuerdo con cariño. Y aquel otro amigo mío que todos sabían que era algo más pero nunca pasó de abrazos y discos de los Rolling. Luego hubo otros caprichos sin más, solo eso, pero también agradables de recordar ahora mismo. No se, a los indiferentes, a los castigadores, a los asfixiantes, a los egocéntricos, a los tímidos, a los apasionados, a los frikis, a los que siempre tuvieron una palabra agradable para mí,... a todos ellos, gracias, porque aquí estoy después de todo, y quién sabe dónde estaré dentro de otros diez años.